El nacimiento de las iglesias nacionales

Los problemas religiosos, teológicos y políticos repercutieron al interior de la Iglesia dando origen a las iglesias nacionales en los territorios fronterizos del imperio bizantino; algunas de estas iglesias aun existen y forman parte de la Iglesia católica. Estas iglesias nacieron por el deseo de los reyes que también deseaban independizarse del poder imperial. 

Estas iglesias conforman 4 tradiciones: La Caldea (nestoriana) y las tres monofisitas (copta, siria y armena) que junto con la bizantina conforman las 5 tradiciones orientales existentes. 

la Iglesia nestoriana (Asiria de oriente) 

Esta Iglesia nació en el marco de las disputas nestorianas entre Alejandría y Antioquía y la condena de Teodoro de Mopsuestia de la escuela de Edesa en Siria. En el sínodo del 612 adoptaron oficialmente la fórmula de fe nestoriana de Babai el Grande: dos naturalezas (fisis), dos existencias completas (hipóstasis) y una persona (prosopón). 

Los nestorianos no estaban dispuestos a asumir el término “Madre de Dios” del 431; por ello esta Iglesia se vio obligada a llevar una vida propia encerrada y con tendencia oriental. 

La Iglesia copta (copta-etíope ortodoxa) 

Su nacimiento sería del 536 cuando Justiniano dio por terminada su política monofisita, pero su presencia es anterior porque su gestación comenzó hacia el 451 con la resistencia de Calcedonia en el patriarcado de Alejandría con Timoteo Eluro, Pedro Mongo, Severo y Juliano de Halicarnaso, quienes ayudaron a su consolidación frente a Constantinopla, ciudad con la que siempre había una pugna por el canon 3 de Constantinopla y el canon 28 de Calcedonia. 

En el origen y formación de la Iglesia copta cuentan cuatro elementos: la sistemática oposición a Calcedonia en cuyas determinaciones veían una condena a Cirilo de Alejandría, un cierto orgullo nacional que fue herido por el canon 28 de Calcedonia, la indescriptible unidad entre el patriarca y el pueblo ya que el pueblo veía en el patriarca un líder nacional y la presencia del monaquismo columna vertebral de la oposición monofisita. Esta forma de actuar los conducía a un progresivo alejamiento de la Iglesia, lo cual se afirmaba a través de una confesión especial y el monofisismo era el más indicado; esta forma de ser, unidad a la fe fue propagada a través de la literatura y las misiones. 

La literatura copta, idioma egipcio con letras griegas, es religiosa y monacal; presenta: hagiografía, reglas monásticas, sentencias de monjes; escasa tendencia hacia la historia y las crónicas, lo cual es normal si se tiene en cuenta que los monjes estaban cerrados en relación al mundo y querían la deshelenización de Egipto. Las misiones coptas se extendieron hacia Nubia y Etiopía, regiones que vieron florecer el cristianismo monofisita; en el éxito de estas misiones cuenta la orientación de estas regiones hacia Alejandría. 

La Iglesia jacobita (siro ortodoxa) 

Su nacimiento está relacionado con la presencia del patriarca alejandrino Teodosio en Constantinopla y su destierro (536-556), quien en el 542 pos solicitud de la emperatriz Teodora consagró como obispos monofisitas para la región de Siria a Teodoro de Arabia Jacobo Baradeo (+578). 

Con la presencia de los persas de Cosroes II en territorio bizantino, los jacobitas lograron establecerse en Persia a través de Heraclio (610-641) y la llamada unidad de fe bajo la fórmula monoenergética, que no fue aceptada, se inició una especie de persecución que fracasó por la presencia de los musulmanes con quienes los monofisitas establecieron relaciones políticas. Esta Iglesia nació en la sombra y en ella permaneció hasta el 720, cuando el patriarca jacobita pudo llegar a la sede de Antioquía. Al igual que en la Iglesia copta, en la jacobita los monjes también desempeñaron un importante papel. 

Lo característico de esta Iglesia es la resistencia a Calcedonia siguiendo el ejemplo de Severo de Antioquía, su padre teológico; la diferencia lingüística; y una cierta resistencia al imperio. La diferencia más profunda fue la lingüística; en este idioma sobresalen: Janea de Mabbug (+ 523), Jacobo de Sarung (+ 521), Juan de Edesa (+586) autor de la historia de la Iglesia en Siriaco y de una colección Hagiográfica, Jacobo de Edesa (+708) autor de la más antigua gramática Siriaca, gracias a este idioma, el Islam tuvo acceso a la cultura del Mediterráneo. 

La iglesia armena (armena ortodoxa) 

Esta Iglesia de ascendencia jacobita nación como consecuencia de un doble movimiento: por un lado el vaivén dominador entre Bizancio y Persia. 

Con Nerses el grande (+ 373), bisnieto de Gregorio el iluminador y organizador de la Iglesia Armena, comienza su historia en la región de Capadocia donde las rivalidades entre Cesárea de Tyana condujeron a la separación y autonomía eclesiástica de Armenia, pero sin ninguna importancia confesional. 

Con la presencia de los musulmanes, a partir del 640, y un nuevo sínodo Dvin bajo el patriarca Nerses III (648-649), que rechazo definitivamente a Calcedonia, se llego a la autonomía definitivamente; Constante II hacia el 654 hizo un intento de ganarse esta Iglesia a la unidad imperial pero fracasó. 

Para concluir este apartado las iglesias nacionales nacieron en el transcurso de tres siglos (del V al VII) en el marco de las cuestiones políticas del imperio bizantino y las diferencias dogmáticas en relación a Éfeso y Calcedonia. 
Cf. PATIÑO, José Uriel. Historia de la Iglesia Tomo I. La Iglesia, comunidad e institución protagonista de la historia siglos I-VII, San Pablo, 3ª ed, Bogotá 2009. pp 228-236.

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