Elementos eclesiales de la Iglesia bizantina en los siglos V al VII

El canon 28 de calcedonia, que habla de la importancia de Constantinopla en relación a los patriarcados de oriente y las ciudades autónomas es decisivo para la organización de la iglesia oriental porque Constantinopla adquirió mucha importancia h asta el punto que el primado romano quedaba en la sombra ya que se hacia referencia a roma en casos extremos o como mención honorifica. 

La estructura primado, patriarcados, arzobispados autocéfalos, diócesis sufragáneas, origino una estructura centralista, el germen de la división del 1054 y la aparición de iglesias nacionales. Además d la organización, el desarrollo y las disputas dogmáticas está la liturgia bizantina, las liturgias de Basilio y Juan Crisóstomo, cuya expresión más típica es el trisagio. 

El monacato bizantino 

Egipto como cuna y palestina como meta de las peregrinaciones a los lugares santos, son los centros monacales por excelencia, a partir del siglo IV; ambos monacatos son diferentes ya que el palestino es más abierto y de mayor nivel intelectual. 

El 405 a Constantinopla. En el siglo VI ya había un monasterio en Tesalónica. En máximo el confesor la mística monástica alcanzo una altura de síntesis que no se logrará en tiempos posteriores. 

Los cánones de calcedonia sobre la vida consagrada dan a entender que es una institución de derecho público; pero esto no disminuye en nada el hecho de ser más un movimiento que una institución, ya que se es monje por convicción y no por imposición. 

La actividad misionera 

La situación teológica hizo que existiesen tantas expresiones misioneras como líneas teológicas cristianas; además, la religión y la política iban de la mano en algunos sectores del proceso evangelizador que muchas veces se vio reducido porque lo político prevalecía, sin contar que en aquel entonces “mundo romano” y “ecúmene cristiana” eran conceptos relacionados. 

En la época de Justiniano se dio un impulso misionero; en esta oportunidad era más importante la política que la misión; por ello se puede hablar de una política misionera con lo que la evangelización se convertía en una conquista. 

La literatura teológica y religiosa 

Durante este periodo existe mucha repetición y poca creación, porque lo más importante era acercar los dogmas a los fieles; aunque las luchas dogmáticas desde finales del siglo V hasta la irrupción del islam son un tanto violentas, no sirvieron para que este periodo fuera de teología clásica, sino un periodo en el que se presentan múltiples filosofemas aristotélicos para justificar l las distinciones y se da un paso para dejar el latín clásico al tiempo que se optaba por tesis y antítesis mas barrocas que precisas. 

Máximo el confesor, a quien se le debe en el contexto de la disputa monoenergética, la creación de los presupuestos necesarios para captar el meollo del problema; es, en el ámbito bizantino el maestro de la mística de la cruz al sostener que Cristo doliente y glorificado reunió todos los contrastes en una unidad definitiva. 
Cf. PATIÑO, José Uriel. Historia de la Iglesia Tomo I. La Iglesia, comunidad e institución protagonista de la historia siglos I-VII, San Pablo, 3ª ed, Bogotá 2009. pp 236-243.

No hay comentarios: