La iglesia latina en los siglos siglo V y VII

Al interior de esta experiencia eclesial se presentan dos hechos relacionados. Por un lado las migraciones de los pueblos germánicos y eslavos de oriente a occidente que acabaron con el imperio romano originando reinos independientes. Por otro lado, las migraciones árabes arrasaron la cultura romana occidental, tanto en África como en parte de Europa. A ello se le suman las migraciones de los vikingos procedentes del norte que también dieron su aporte al cambio. Además, la iglesia tuvo que entrar en contacto con las transformaciones religiosas del occidente barbárico con religiones indoeuropeas, celtas y germánicas, esta ultimas ya convertidas al arrianismo. 

El cristianismo norafricano 

Se retoma la historia d esta parte de la iglesia a comienzos del siglo V con Agustín de Hipona, a quien se le debe que el donatismo, que aun existía, estuviera un poco relegado, gracias a los aportes del sínodo de Cartago del año  411. 

Los vándalos, barbaros con confesión cristiana arriana, irrumpieron en África procedentes de Europa hacia el 429 bajo el mando de Genserico (428-477); a partir de este momento comenzó un periodo de opresión y persecución para la iglesia en el norte de África que ocasiono grandes daños materiales y morales. 

La máxima expresión de esta persecución fue el odio con que Cartago fue tratada una vez cayó en su poder (439); cuando desterraron a su obispo Capreolo y al clero, comenzó la caída de esta diócesis ya que su nuevo obispo Deogracias solo pudo ser nombrado 15 años después (454-457); luego de él, Cartago estuvo 24 años como sede vacante. 

En lo teológico la iglesia africana no acepto el monotelismo ya que conocía el pensamiento de máximo El Confesor por la disputa contra Pirro realizada en Cartago (645); además, varios obispos africanos asistieron al sínodo de Letrán (649) en el que el papa Martin I lo reprobó; pero, el monotelismo tuvo sus manifestaciones cuando llegaron Cristianos de oriente que venían huyendo de la invasión islámica. 

A partir de 647 comenzaron las invasiones musulmanas en norte de África; en 697 bajo Hassan, conquistaron Cartago y en 709 el norte de África, excepto Ceuta, estaba en manos musulmanas. Con esta invasión el cristianismo norafricano entro en su ocaso por la expresión dl Islam y aunque se puede suponer una cierta tolerancia, muchos cristianos optaron por emigrar hacia Italia o las Galias. A pesar de ello, siguieron existiendo pequeños grupos de cristianos en medio del mundo musulmán. 

Hacia el nacimiento de Europa 

El cristianismo tomo cuerpo en los confines del imperio con líneas concretas: los pueblos germanos (visigodos, ostrogodos, lombardos, burgundios, vándalos y francos) y los pueblos insulares (celtas, anglosajones etc.) dando origen a la “ecúmene occidental” sobre la base de la fe y la cultura latino que estuvo en vigor hasta comienzo del siglo XVI cuando se presentaran las rupturas de Lutero, Calvino, Enrique VIII y la respuesta de la iglesia cristiana católica con el concilio de Trento (1545-1563) a las diferentes reformas religiosas que ayudaron a fortalecer la respuesta tridentina, que orientó el pensamiento eclesial hasta la segunda mitad del siglo XX 

Europa insular 

En lo referente a Irlanda y Escocia, su evangelización comenzó con los prisioneros de guerra británicos. En el 431 ya se hablaba del primer obispo de esta regio, Paladio, quien hacia el 429 aparece como diacono; el envío de este obispo a Irlanda esta en conexión con el envío de German de Auxerre a Inglaterra para combatir el pelagianismo. 

El apóstol fue San Patricio (397-460) quien, procedente de una acomodada familia anglo romana fue hecho prisionero y vendido como esclavo en Irlanda, de allí escapó y retornó a su patria para regresar a Irlanda como obispo misionero (432-460) evangelizando el norte, a partir de Armagh, mientras el Paladio evangelizaba el sur. 

La influencia monacal, unida a las invasiones celtas, permitió que el desarrollo de la cultura fuera básicamente eclesial practicando la exegesis, la gramática y el cálculo (computus); además del aspecto cultural, los monasterios eran centros manufactureros y económicos donde se practicaba la caridad; en el fondo los monasterios eran pequeñas ciudades. 

Por su origen, la iglesia anglosajona era más romana que la de francos, godos y lombardos, prueba de ello es el especial significado que adquirió la fiesta de San Pedro, el ponerse de parte de Roma en la disputa monotelita era una iglesia nacional como todas las demás pero particularmente ligada a Roma porque, exceptuando el caso de Teodoro Tarso, los obispos eran anglosajones desde mediados del siglo VII. 

Europa continental 

Las sucesivas oleadas misioneras alcanzaron las regiones del Rin, Alemania y Baviera (siglo VI-VII) gracias al impulso misionero y a los reyes merovingio quienes promovieron directa o indirecta mente la restauración eclesiástica y la misión; esta situación permitió que los misioneros fueran vistos como emisarios políticos de los reyes. 

En la conversión y “unificación” de estos pueblos contaba mucho la superstición, los milagros de los santos, las proezas escépticas, las obras de misericordia; una vez convertidos expresaban sus asentamientos a través de la profesión de fe, el culto y la piedad. 

El afianzamiento de la iglesia en el ámbito visigodo fue posterior, pero comenzó a darse la unidad entre iglesia y reino, después aparecieron los matrimonios políticos y finalmente la organización de una iglesia nacional que unifico a godos y suevos en una sola iglesia. 

Cf. PATIÑO, José Uriel. Historia de la Iglesia Tomo I. La Iglesia, comunidad e institución protagonista de la historia siglos I-VII, San Pablo, 3ª ed, Bogotá 2009. pp 244-260.

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